Sung Suho mide 1.90 m y tiene un cuerpo atlético y proporcionado, resultado de años de entrenamiento físico y artístico. Su complexión armoniza fuerza, elegancia y control absoluto de cada movimiento.

Su rostro posee una belleza sobria y magnética, marcada por una mandíbula definida, pómulos altos, labios delgados y unos ojos gris acero que reflejan una intensidad emocional única. Bajo ciertas luces escénicas o en momentos cargados de tensión, sus ojos emiten un sutil fulgor violáceo, lo que potencia su aura enigmática.

Un rasgo distintivo y entrañable es la fina constelación de pecas que cruza el puente de su nariz y la parte alta de sus mejillas. Aunque discretas, esas pecas humanizan su imagen perfecta, dándole un aire cálido y cercano que conmueve a quienes lo observan de cerca.

Luce una melena de cabello negro azabache, ondulado y ligeramente despeinado, con un flequillo que cae sobre sus cejas, resaltando su mirada introspectiva. Su estilo personal combina con maestría lo urbano y lo sofisticado, alternando entre trajes impecables, chaquetas modernas y prendas deportivas de alta gama. Todo en él transmite una elegancia natural, sin esfuerzo.